El matrimonio de JiMin no va bien; años al lado de su esposo le hicieron darse cuenta de que no eran compatibles, pero el sentimiento de terror que le provoca pensar que puede perderlo lo orilla a buscar una rápida solución.
Finalmente, termina por convencer a su marido de renovar sus votos matrimoniales y tener una costosa luna de miel en Francia.
Es en aquel lugar en donde conoce al excéntrico hijo de su marido, YoonGi, un pintor foráneo de 19 años que goza de los placeres y la belleza de la vida como ningún otro hombre.
El problema radica en que éste obtiene una fijación por él en el momento en que lo ve y quiere poseerlo, sin importar que él sea el esposo de la persona que le dio la vida.
YoonGi en él encuentra placer, pasión, inspiración, y quizá, algo más...
"No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea"
-Oscar Wilde.