¿Nunca habéis sentido qué os estáis consumiendo por momentos, como un cigarrillo? ¿Nunca habéis sentido que vivir no valía la pena? ¿Nunca, ni por un solo instante, habéis deseado ser normales? Yo, sí. Me llamo Ágata, tengo 16 años y creedme, tengo suficientes motivos para irme y no volver.All Rights Reserved