- Te había dicho que me encanta cuando estas asustada? - pregunté con una sonrisa burlona en mis labios.
- Ya no sigas, Por favor - me contestó con temor mientras retrocedía, y seguí sus pasos muy gustoso.
- Nadie va a impedir que te lastime cielo.- Le conté muy bajito.- Créeme, esta vez nadie va a escucharte.- Aclare mientras hacía un puchero y ella huyó de mí hasta que no hubo a donde ir.- Esta noche recibirás otro castigo. - Susurre en su cuello y ella jadeó atemorizada mientras yo reía.
De repente recordé, y la furia se apoderó de mí nuevamente, atravesó todo mi cuerpo hasta llegar a mis puños y la aventé a la cama con demasiada fuerza. Hija de puta. Si no sufre a mi lado, sufre en la tumba.
ADVERTENCIA: Lenguaje inapropiado, escenas violentas y/o exageradas, sexo explícito, maltrato y humillaciones. Sólo para lectores maduros. Queda Prohibida la copia o adaptación de esta historia.