- Promete que buscarás a tu Jack Ross y que harás lo que sea para estar con él así como lo hizo Jenna, que darás todo como Raquel y que por más tormentoso que se vea todo, no renunciara así como Padme, Jenna, Fleur, Jude o Hasley ¿lo prometes?
- Noah tus brazos. Ahora.
-¿Lo prometes?
- ¡Mierda Noah tus brazos carajo!
- Prometelo y te los mostraré.
- Bien te lo prometo. Ahora tus brazos.
¿Has sentido alguna vez que tus actos traen consecuencias? Bueno ver los brazos de él se sintió como mi consecuencia, vendado desde las muñecas hasta casi los codos, en sus muñecas se veía como lo tenían atado para que no se lastimara.
- Se ve peor de lo que es...
- Se ve como es Noah.
- No te enojes ¿si? Solo tú no por favor
- No lo haré, solo prométeme algo.
- Dime princesa
- Cuando tengas esas ganas de lastimarte solo recuerda que estaré aquí para tí, que pase lo que pase somos tu y yo contra tus miedos, y si no estoy frente a frente contigo, recuerda todo lo que hablamos, lo que prometimos
- Como esa vez en casa...
- Como en casa, hermoso.
- No llores princesa, lo prometo.
- Hasta algún día desconocido...
- Hasta algún día desconocida.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.