Mi vida era normal... Con sus altos y sus bajos, como la de cualquier otra persona. Pero todo cambió aquella noche... De un momento a otro, mi vida terminó. Pero no fue el fin... En vez de ir a donde quiera que se supone que va el alma al morir, yo volví a despertar... y con ello, me sobrevino una nueva sed que nunca antes había sentido... La no-vida, o como se quiera llamar, llegó a mí por azar, o eso pensaba. Pronto sabría... Y pronto descubriría intrigas y juegos políticos que escapaban a mi comprensión. Sólo tenía una cosa clara: en un mundo de tinieblas, me tocaría bailar al son de una Mascarada que se esforzaba en ocultar realidades siniestras...