11 Bagian Sedang dalam proses El silencio se había convertido en el único habitante de un mundo que alguna vez zumbaba con la vida. Las calles, antes llenas de gente, estaban ahora desiertas y cubiertas de polvo. Los edificios, monumentos al esplendor del pasado, se alzaban como ruinas olvidadas en un paisaje marcado por el abandono y la desolación.
En algún lugar, en el corazón de esta vasta soledad, dos figuras solitarias deambulaban entre las sombras de los edificios decrépitos. Dos almas perdidas en un océano de vacío, un recordatorio agonizante de lo que una vez fue la humanidad.
Él, con los hombros encorvados por el peso del mundo que ahora yacía sobre sus espaldas, caminaba con pasos lentos y cansados. Su mirada perdida reflejaba el peso de los recuerdos y el dolor de la pérdida.
Ella, con una chispa de determinación en sus ojos, caminaba con paso firme hacia el horizonte distante. En su rostro, marcado por el paso del tiempo y las cicatrices del pasado, se podía ver la determinación de un superviviente, la voluntad de desafiar las sombras que amenazaban con consumirlos.
En un mundo donde el eco del último suspiro de la humanidad aún resonaba en los rincones olvidados, su encuentro estaba destinado a desencadenar una serie de eventos que cambiarían el destino de lo que quedaba del mundo.