Dos amigas, dos mundos. Completamente diferentes, pero a la vez tan iguales. Un montón de aventuras juntas, un montón de peleas. No hay nada mejor que encontrar a una persona en la que confiar, y no hay nada peor que perderla por un error. Pero al final de todo, como en los cuentos de hadas, hay un final feliz, un final por el que merece la pena llorar tanto.