Hay una delicada chica atendiendo en el mini-super, su piel es de un tono durazno pálido, su cabello es largo y de un negro precioso, es de mi tamaño talvez solo un poco más alta que yo y siempre viste con sudaderas grandes y pantalones holgados siempre usando el gorro de su sudadera; pienso que es para ocultar todas sus heridas.
Cada que la veo, siempre está llena de vendas, curitas y a veces hasta gasas en sus hermosos ojos tan negros y profundos como la noche.
Quiero preguntarle, pero no me atrevo. Soy demasiado tímido para acercarme a ella pero...hoy por fin, después de tanto tiempo ¡Voy a preguntarle!