Comenzar una vida desde cero siempre es complicado, aunque con las capacidades correctas, cualquier mentira blanca puede llevarte al éxito indiscutido, o a un fracaso estrepitoso. Alan Krauser tiene la mala suerte de ser demasiado hábil con las mentiras, demasiado fácil de llevar a la cama, y demasiado fácil de aburrir. Lugares, trabajos, incluso personas, no hay nada que lo ate demasiado tiempo a un solo lugar, especialmente cuando aprende a usurpar identidades, colándose en elegantes fiestas, reuniones, e incluso peligrosos encuentros de gente mortífera. No podía pasar demasiado tiempo saliéndose con la suya antes de que alguien se decidiera a atraparle, o hasta que la gente comenzara a sospechar, a necesitar un segundo encuentro, o una pizca de venganza.