Esto no es una historia. No tiene principio, desarrollo y final. Dentro de mí hay una escritora y a veces toma el control, ella no conoce de límites, de secretos o de privacidad. Ella solo lo deja salir todo, sin filtro y a veces exagera, se inventa cosas y se imagina amores, se pone dramática, profunda, coqueta, fatalista, triste, romántica, cursi, cínica... A veces tiene el corazón roto o le dan ataques de optimismo y seguridad en sí misma, otros días se le baja la autoestima y el mundo se le cae encima. En muchas ocasiones compartimos criterios, en otras no me deja nisiquiera dar una opinión. Entonces a continuación hay muchos capítulos llenos de emociones, empapados de metáforas y una que otra pizca de pura realidad. No hay orden, no hay género, solo dame una oportunidad y quizás mi álter ego pueda ayudarte a sentirte menos sol@ y un poquito más comprendid@.
Ver. 𝙏𝙝𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙭 𝙉𝙖𝙢-𝙜𝙮𝙪
El tiempo se ha detenido para Nam-gyu. No porque el mundo haya dejado de girar, si no porque algo dentro de él se rompió hace mucho tiempo. Nam-gyu se siente atrapado en una pausa interminable de la que no sabe como salir.
En cambio, Thanos, un adulto con esquizofrenia, se siente atrapado en pensamientos que corren demasiado rápidos para él y una mente que nunca se calla.
Se conocen en un hospital psiquiátrico en el que fueron internados, y el silencio al principio entre ellos es tan ensordecedor como gritos ahogados. Pero entonces, aparece un viejo reloj roto en la sala común; un objeto insignificante se convierte en el reflejo de lo que son: piezas sueltas de algo que nunca funcionó.
Aveces, las cosas rotas nunca vuelven a ser como antes. Pero eso no significa que no puedan volver a moverse.
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𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗿𝘁𝗮 𝗶𝗻𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗨𝗻𝗮 𝗗𝗼𝘀𝗶𝘀 𝗗𝗶𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗦𝗼𝗹.