Dicen que desde que nacemos ya tenemos a una persona predestinada. Dios toma sus decisiones dejando que todo fluya, sin importar cuántas vueltas de tu vida y la mía nuestro destino era conocernos, ahora entiendo por qué nadie me llamo la atención a ti tampoco, porque tú eres para mí y yo era para ti. Los personajes no son míos créditos a su autor.