Arrastrada por su prima, Hilary no puede hacer más nada que satisfacer su capricho de alquilar por unas horas a un hombre quien se encuentra dentro de una estantería que titula "Despídete de tu soledad. Vive bien, relájate bien, ¡ven y toma de una mano una compañía!" de la manera más tonta y horrenda posible. -Regina, si esto me llega a acosar sexualmente; gracias a mí, "auxilio", será lo último que llegarás a pronunciar antes de que te mande al otro mundo. Hilary dijo aquello, sin saber que, en realidad, le agradecería a su prima por los futuros acontecimientos que estaban por suceder.