Eran altas horas de la noche, Mexica estaba huyendo de su hogar como lo hacía desde hace un mes. Pero a diferencia de las otras veces, esta vez estaba preocupada. Su preocupación fue reemplazada por nerviosismo cuando vio a uno de los hombres blancos. - E-españa - dijo nerviosa. El mencionado se volteó feliz al reconocer a la persona que lo llamaba. - Mexica, cariño - levantó los brazos para abrazarla. Mexica retrocedió un poco. - ¿Qué pasa? ¿Algo anda mal? - preguntó preocupado. - Es que... Estoy embarazada - dijo de golpe.