Cada cosa tiene un comienzo, ya sea algo bueno o malo.
Así mismo, cada ser viviente, enfermedad, cura, afección o condición tuvo un inicio o alguien que se bautizó como "el ser primigenio".
En este mundo, las artes mágicas cobran una gran importancia y dotan de gran prestigio a aquél que las dómine excepcionalmente.
Una raza de esta tierra que se destaca por sobre las demás en el ámbito mágico es la raza demoníaca, unos seres con poder innato superior al de los humanos u otras criaturas.
Esto fue así por mucho tiempo, hasta que un día, nació un demonio sorpresiva mente carente de poder mágico. El débil entre los débiles, un demonio con un poder casi nulo... El ser primigenio de su categoría, el individuo mas insuperablemente superable de todos. El ser más débil y desafortunado de esa tierra, tendrá que luchar para salvar a aquellos seres de los que desconfía.
¿Podrá sobrellevar el peso de todas las vidas en sus hombros? O se derrumbará sucumbiendo ante sus enemigos.
¿Será capaz de cambiar el cruento destino? ¿O será consumido por este mismo?.
¿Cómo saberlo? Pues el destino es incierto.
Samantha Rivera y María Victoria Arellano.
No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Victoria era dueña de si misma, Samantha era una chica insegura. Sus manos parecían ser hechas como piezas exactas para encajar una con otra, con los dedos entrelazados y mirando a la misma dirección.
Samantha era su pequeña.
Está historia no me pertenece, todos los derechos a su autor original.