Ellos eran el bien y el mal.
La luz y la oscuridad.
Lo puro y lo Impuro.
La cura y la enfermedad.
Dos ángeles creados por Dioses opuestos vagando por el mismo mundo; pisando el mismo suelo. Sin embargo, una vez que sus caminos se cruzan, no importa cuánto intenten ir por caminos distintos, ellos acaban caminando en círculos. Siempre regresando al mismo punto que entrelaza sus destinos. Un destino cuyos lazos está manchado de sangre.
Hannah es un Querubín con una marca en su alma que le impide estar en contacto directo con los demonios, ella tiene una misión que cumplir. Jun es un demonio cuyo trabajo es cosechar almas corruptas.
Enamorarse no es algo que deben hacer, va contra toda regla existente entre el cielo y el infierno. Pero las reglas están hechas para romperse y una vez que eso sucede, el precio a pagar es demasiado alto.
Hannah y Jun no tenían idea del castigo que les esperaba, pero ellos repetirían el mismo error una y otra vez sin dudar si eso los llevaba a estar juntos.