Recordais aquella amiga que siempre da consejos amorosos y nunca ha tenido pareja, ni nada por el estilo, de hecho no tiene ningún tipo de experiencia, pero por alguna razón da consejos como si ya hubiera estado en un millón de relaciones. Bueno pues esa amiga soy yo, o más bien dicho era yo. Antes de cruzarme por el camino alguien que haría que mis conejos no se vieran tan obvios como pensaba, alguien que me volvería loca, alguien que me volvería ciega, alguein que me haría sentir viva. Y esa persona era Ean Martin.
Recordais aquel amigo que siempre os encontraba novia, o incluso novio. Siempre eran amigos de amigos, donde surgían parejas, parejas que yo mismo juntaba, yo era el casamentera del barrio, el celestino, o como lo querrais llamar. Yo tenía una vida divertida, conocía a todo el mundo, era el chico más simpático que hubierais conocido. Nunca me había interesado tener una novia,- para qué ahora, si tengo toda la vida por delante. Ahora lo que e toca es vivir mi juventud, y que is amigos hagan lo que quieran- solía pensar yo, hasta que me conocí a una chica, y esa chica es Kate Johnson.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...