Sus preciosos ojos azules me flecharon, aunque yo sabia que no me llevaría a nada bueno. Lo intenté, pero no pude dejar de mirarlos. Mi nombre es __ (Tu nombre) ___ Tengo 17 Años y, vivo en una pequeña y tranquila ciudad llamada ___ (tu ciudad) ____. Mi vida es y siempre había sido tranquila, sencilla y simple, aunque prácticamente no me faltaba nada, amigos tengo, los mejores del mundo, una bonita familia."Sencilla" Pero mi vida de repente dio un giro inesperado un día basto para que sucediera. Entre como todos los días a la clase de literatura, con el profesor Adams. Siempre me siento hasta el fondo, a un lado de este chico, Nash, llamado Nash Grier, y ese día no fue la excepción. Nunca había sido cercana a Nash, para ser sincera nunca le había hablado. Pero lo conocía desde hace mucho tiempo ya. El chico siempre se veía con una mirada triste en sus ojos que me decían que su vida nunca ha sido muy buena pero, soy una chica con mente abierta, y pienso que la gente no es lo que siempre parecen ser. Ese día, yo trabajaba en la práctica de el Profesor cuando, el Sr. Adams disparo la cuestión con lo que todo empezó.
La guerra entre dioses y humanos está en su punto más alto.
Las tropas se preparan, los reinos enemigos se unen para defenderse de un poder al que apenas pueden entender.
Zedric vive en un reino dividido. Algunos prefieren elegir a un nuevo y poderoso contendiente al que pocos conocen, otros a él, más las elecciones son las que definirán todo, incluso el resultado de la guerra.
Piperina, por su parte, lucha por mantenerse cuerda y tranquila en un reino que ya está débil por la poca estabilidad que Alannah le dejó.
Por último, Adaliah lucha por sobresalir y redireccionar los motivos de los dioses, así llevando a cabo el plan del Sol.
Tal vez haya muchas aflicciones y pruebas, más lo único que los cuatro quieren es salvar a Amaris de las garras de la Luna. ¿Podrán hacerlo?