"De tantas caídas, de tantas decepciones, de tantas lágrimas... me llegué a encerrar en mi mundo, aquel mundo que, aunque estaba lleno de soledad, me parecía mejor que la mierda de mundo en la que, solo a veces, vivo.
El corazón me habla y me hace luchar por lo prohibido, por lo difícil, lo arriesgado.
Y mi mente me repite que no sea tan cabezota, que me levante con la frente en alto, me convence de que ellos solo me quieren ver mal y que yo no debo darles ese gusto..."