Y es que nunca dejo los confines de mi inestable mente, nunca se fue de el todo, solo salía tomando vacaciones para regresar con sus maletas de agonía, quedándose una vez más en el hotel de mi necedad, ella nunca soltó la cuerda que me une a ella, ya sea por diversión o por sadismo, nunca cerro la puerta cuando salía a conquistar el mundo con sus manitas destructoras, siempre se le hizo fácil despedirse de a pocos sin en realidad irse y es que ella nunca sintió la necesidad de cercenar la hambruna que siempre siento por ella, para así alimentarme de a pocos con su amor frágil, su amor de verano... Su amor para mi.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.