SEGUNDA PARTE DE LA BILOGÍA CURVAS DE AMOR
Cuando Adam Henderson, presidente de una exitosa cadena hotelera, decidió sucumbir ante la ilógica atracción que le despertaba su nueva secretaria, una mujer que su celosa novia había decido contratar para mantenerlo alejado de cualquier modelo de pasarela, no imaginaba que aquel acuerdo sexual desencadenaría en una vorágine emocional que acabaría poniendo su mundo patas arriba.
Traicionado de la peor manera y enamorado hasta los huesos, Adam se sumerge en un pozo de oscuridad y desolación infinito. No sólo ha expulsado a Ellie Hawk de su empresa sino también de su vida para siempre, más no imaginaba que el destino le tenía reservada una carta secreta. Esa que pondrá a su exsecretaria de nuevo en su camino.
Pronto, Adam tendrá que aprender una lección y es que la vida es como ese autobús que puede trasladar a los pasajeros más inesperados, y en esta ocasión, ésta se encuentra decidida a conducirles hasta la parada más difícil de hallar: el amor
¿Lograrán eludir la encrucijada que el destino les tiene reservada? ¿Podrá sobrevivir al peligro que suponen sus curvas?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.