- Eres... Eres increíble... -dijo mientras observaba al de cabellos de oro y fuego -¡Pues gracias pequeña! -dijo para comenzar a retirase -Es... espera... ¡quiero ir contigo! -dijo -Lo siento, pero no puedes venir, debes ser más grande. Cuando crezcas, ¡no dudes en buscarme! -Pero... La pequeña no se rindió. Siguió al mayor sin que este siquiera la notara, llegando al lugar que sería su nuevo hogar, el lugar donde, años después, encontraría el final de su hilo rojo. ~¡Espero disfruten de la historia! ~Pausada