Tried. Estaba en shock, jamás creí verlo de nuevo y aquí estaba frente a mi. Caminaba de un lado a otro frotando sus brazos. Negó con su cabeza y luego volteo a verme, mire sus ojos azules, el estaba sufriendo demasiado y de nuevo me sentí culpable. Sorbio por la nariz, de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas. —Yo no puedo estar muerto—susurró con la voz estrangulada. Asentí vagamente sin nada que decir, ¿como explicarle que todo su dolor era mi culpa? —No...—hilos de saliva se formaron en su boca. Lágrimas caían por sus mejillas sin control. —Yo te mate. Es lo único que dije antes de ver como caía de rodillas frente a mi, llorando, estaba matandolo de dolor, de nuevo.All Rights Reserved
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