Un día en la vida de Barbara McGuire no es envidiable para nada, ya que la mayor parte del tiempo tiene que cuidar a su padre que parece más su hermano menor que un adulto ¿Por qué? Simple, al morir su esposa, Natalie Evans, empezó a ahogar sus penas en alcohol, y junto con el tiempo, fue aumentando también su grado de desesperación, siendo como ella es su cable a tierra, tratando de mantenerlo lejos de esas vías a la perdición. Lo que ella no sabe, es que pronto se verá a sí misma en una situación complicada que dependerá de su inteligencia, agilidad y astucia. Asiste al internado Southwestern junto a sus amigos de la infancia, Julie Reagan y Andrew Slade. Sus planes de pasar desapercibidos se ven afectados cuando conoce a Michael Lewis, el típico chico bueno que cualquier chica quisiera tener ¿Qué pasará cuando Barbara se de cuenta de que él tiene una historia mucho más complicada detrás de esa faceta de adolescente normal? Dependerá de ella ganar la carrera contra el tiempo.