La música, las bibliotecas, los trenes, todos tienen una función y un mensaje, pero este puede ser de lo más confuso y debes ser suficientemente resiliente como para descubrirlo. No hay reglas realmente, solo hay quienes las proponen, de la gente depende seguirlas o no. Pero acá, donde estoy yo, nadie se interesa por nadie, nadie es amigo de nadie realmente, así que a nadie se le ocurriría romper las reglas, oponerse a ideas propuestas o tratar de buscar respuestas. Espero lo disfruten.