Kayla fue encontrada en medio de la nada con la ropa echa añicos, tenía apenas catorce años recién cumplidos, no recordaba de dónde venía o qué había sucedido, su cabeza seguía gritando por auxilio, repitiendo las mismas palabras todo el tiempo "La bestia" "Ya viene la bestia". - Hueles a Lobo, eres un lobo. Dijo él. - Te cuidaremos, te daremos un lugar al que pertenecer. Y le creí, porque estaba cansada de correr de la bestia. Y sus ojos... esos benditos ojos rojos... él sería el próximo alfa, y yo... yo tenia que correr de la bestia, tenia que recordar, tenia que protegerlo...