-Perdona, ¿tienes un chicle?- Le pregunté al chico que tenía delante de mi. -Espera, creo que si.- Dice él metiendo la mano en el bolsillo del pantalón y sacando la mano vacía, me vuelve a mirar.- Espera.- Mete su mano en el bolsillo pero esta vez de su chaqueta y vuelve a sacar la mano vacía. -Si no tienes da igual, no pasa nada.- Le digo sonriendo. -No, no espera tengo uno.- Me coge de la mano, me acerca a su rostro y me besa como si fuéramos pareja, noto como me pasa el chicle que él tenía hasta la mía, me aparto bruscamente de él y de regalo le pego un guantazo que hace que de un paso atrás. -Pero serás gilipollas.- Le digo afirmando pero más bien parece una pregunta. -Puede.- Dice con una sonrisa traviesa.