-¿Le tienes miedo a la muerte?. En su momento le pregunte, mientras que mirábamos las estrellas resplandecer a la lejanía. -¿Y tu?-, fue lo único que me respondió. -¿A caso te importaría eso?.-Mire a otro lugar, siendo lo que debía ser. Mi respuesta lo tomó por sorpresa pero era lo que el debía escuchar. El era transparente y yo una caja indescifrable. O almenos eso le hice creer, necesitaba que me odiara. Por que el era el amor de mi vida, pero mi vida era complicada y debía proteger lo. Por que eso era el amor para mi, saber que si lo amas lo dejaras ir. Por qué me enseñó a no dejarme llevar por la sociedad, que debía ser yo misma. Y como me rompía rechazarlo, como me rompía verlo llorar y saber que era yo la que causaba su llanto.