Simples palabras de un asesino

Carrie era una niña muy dulce de tan solo dos añitos que desbordaba felicidad, vivía con su madre Anabell de tan solo 18 años y su padrastro, James, de 25 años, que era de bajos recursos. La pequeña niña era fanática de Aixela,su vecina de al lado y se escapaba día a día del calvario de su casa hacía la de ella.

Aixela tenía 20 años, era escritora de libros famosos, adinerada y "perfecta" para todos, pero no desbordaba felicidad como lo hacía la niña de cabellos dorados. Decir que tuvo una vida de mierda era poco comparado a todo lo que sufrió. Chica perfecta en las redes, en la televisión y en todos lados, pero por dentro ella se iba quebrando cada día más, una herida que nunca se sanaría.

Dos vidas completamente diferentes, edades completamente diferentes, pero que el amor maternal y un homicidio las uniría.