-Me gustas- dije. Sinceramente lo dije sin pensar, sin pensar las consecuencias, pero lo hecho, hecho esta. -Lo que acabas de decir es algo muy grave, y lo sabes- me dijo pasándose una mano por el pelo, como cuando esta ansioso o nervioso. Hasta ese momento reaccione, hasta ese momento me di cuenta de que esto no era un juego, de que hay la pequeña posibilidad de que yo también le guste , de que esto es ilegal y que si algo sale mal, todo se vendría para abajo, como el dice "Tu jueguito de la niña perfecta" se acabaría.