Al final del día Seokjin dejaba caer esa fachada dura y de que nada le importaba y solo se acurrucaba con su gato. Jungkook nunca se había interesado en ver más allá de la mascara de seguridad y soberbia que demostraba el ayudante que le impartía los talleres en la universidad. Pero a veces la vida nos hace colisionar de maneras increíbles. (Historia original)