-Si tan solo pudiera escuchar su voz decir mi nombre una vez más, sería suficiente, o tal vez solo una palmadita en mi cabeza como solía hacerlo. Mentiroso, no era suficiente, Raon quería desesperadamente volver al tiempo donde podía quedarse en el regazo de su querido padre escuchando sus historias de otro mundo, probando la comida que les preparaba y haciendo todo tipo de travesuras mientras se escondian de sus seguidores. Pero, antes de que el dragón perdiera el control por completo, ve algo que lo deja sin aliento.