Durante muchos años me habia aferrado a la esperanza de salir del hueco en el que estaba. Llegó una chica una vez, era guapa pero no tenia nada interesante a simple vista. Y vaya que me equivoqué. Ella era muy dulce, hasta empalagosa, se veía muy seria a simple vista, pero cuando la conocías las cosas cambiaban un montón. Yo ya tenía suficientes problemas para agregar uno más a mi vida. No. Ella no podía ser mi salvación.