Peyton cursaba el instituto como cualquier adolescente normal en su último año, anhelaba los 18 años y la libertad que tendría al ir a la universidad de california lejos de su hogar, lejos de el pequeño pueblo de Bristol y lejos del continente europeo. su actitud carismática y borde hacia creer a los demás que ella era una chica a prueba de balas, que ningún comentario o situación incomoda impedía que ella siempre caminara con la frente en alto a pesar de que su actitud diera siempre alguna razón para que la gente chismosa diera de que hablar. Todo cambia cuando una noche de lluvia, las personas de la residencia de apartamentos municipales, llaman a la policía informando que el cuerpo inerte de una chica se encuentra desfigurado a causa de una caída del piso 17 el cual hace años se encontraba vacío. La policía lo tildó de suicidio al encontrar el apartamento intacto en el cual solo una nota descansaba en la mesa de noche alado de la puerta corrediza hacia el balcón, la nota solo tenia una frase "no se libraran tan fácil de mi, perras. besos Peyton".