Y siempre llegará a tu vida esa persona con la que llegas a sentir tan intenso, que crees que jamás podrás a amar alguien de ese modo nunca más. Esa persona con quien quieres todo, y por quien arriesgarías todo; a tal punto, que sueñas sea la indicada, tu única y verdadera historia.
Pero la vida es increíblemente caprichosa con su forma de voltearlo todo, de cambiarlo todo, y a veces sucede que, de un momento a otro, debes comprender que la persona que más amas, que creías ciegamente te correspondía, también, tiene la capacidad de destruirte, de lastimarte hasta orillarte a perderte en un espiral sin salida.
Y pasa que estás tan roto que llegas a creer, que jamás podrás volver a enamorarte, amar o sentir de esa forma, que nadie volverá amarte. Crees absurdamente, que el amor no es para ti, cuando la realidad es que estabas escribiendo la historia equivocada con la persona equivocada.
En medio de todo ese proceso, de esa dolorosa experiencia, sin esperarlo, llega esa persona, que no buscabas, que no estabas esperando; llega pisando despacio pero firme, a cicatrizar de a poco todas tus heridas de guerra, a demostrarte que el amor siempre estuvo hecho para ti, pero que necesitabas encontrar a la persona correcta y solo así poder escribir la historia correcta.