El ruido de la cuchilla deslizándose contra la piel de mis víctimas me acecha por las noches, al igual que sus gritos desgarrantes pidiendo clemencia y jurando cosas inalcanzables de cumplir mientras se ahogan entre sus propias lágrimas. Pero a la hora de despertar todo mi sistema se enfría e insensibiliza para seguir con mi trabajo, para lo que me prepararon desde pequeña, sin permitirme cometer ni un mínimo error, esperando que al final de todo, cada una de esas muertes se desvanezcan junto con el viento. Mis ojos carecían de emociones, él me observaba de manera profunda. Mi tacto era frío, él emanaba calor. Mi anatomía era rígida, él me hacía estremecer cuando me rozaba. Mi mente estaba rota, él parecía tener una ilesa, fuerte y capaz de hacer cosas inexplicables. Mis manos estaban cargadas de sangre, las de él estaban dispuestas a mancharse. Yo era Ayla, una asesina, y él... Él era Eryx, un defectuoso. . • ° • . • ° ⚜ ° • . • ° • . Esta historia es completamente mía. Está prohibida su adaptación, o copia de la misma ya sea completa o por partes.