El Baterista. Mi Pesadilla

-¡¿Pero qué te pasa bestia?!- digo colérica, él no dice nada solo me mira fijo a los ojos como si tratara de descubrir algo- ¿No vas a disculparte verdad? Ja, pero que tonta soy por pensar que un perro como tú tendría educación- termino de decir con enojo

-¿Por qué me tendría que disculpar?- pregunta el muy descarado

-¡Porque me quitaste mi lugar idiota! - le respondo

-¿Qué lugar?- pregunta negando con la cabeza

-Mi lugar idiota, en el estacionamiento- le explico

-El de allá- dice señalando donde está su auto

-Si, estúpido - le respondo con cansancio

-¿Sos la que me toco bocina como loca?- pregunta divertido

-No boludo soy el lobo feroz disfrazado de caperucita roja conduciendo los hongos del Mario bros - le digo harta

-¡Uy! con que loca me vine a topar-dice el muy desgraciado

-Escucho que de tu boca sale de nuevo esa palabra y los huevos, si es que tienes, te los dejo de corbata- le digo amenazadoramente y tocando con mi dedo su duro pecho «madre mía, este hombre se la pasa en el gimnasio» pienso

-¿Qué palabra?- responde haciéndose el desentendido.

-Tú sabes que palabra es, no te hagas el chistoso conmigo- le digo con mi ceño fruncido

Se acerca más a mí y siento su respiración chocar contra mi cuello.

-LO-CA- pronuncia de manera lenta en mi oído y se me eriza toda la piel.