Para Elena él era un chico raro y tierno disfrazado de un muchacho rebelde, un joven tras un bajo y las notas de éste. Con un toque de misterio y diversión. ¿Para él? Ella lo era todo, la musa de sus tonadas, la chica más lista, divertida, emocionante y la única que no se había dado cuenta de ello. Y entonces, Zac se propuso una cosa: hacerle ver lo fabulosa y valiosa que ella era a través de sus notas.