Lidia era una chica normal, dentro de lo que cabe, que tuvo problemas de pequeña, Adam era el típico mujeriego, Alto, ojos verdes, pelo castaño, era imposible resistirse ¿verdad? aunque Adam era todo de lo que había huido Lidia, ¿y si quizá de lo que huyo siempre no era tan malo? pero Adam tenía una única regla, no enamorarse. Él era algo que Lidia encontró cuando buscaba otra cosa, Adam era su serendipiaAll Rights Reserved