Ante el primer enfoque que tuve por parte de alguien, ante el primer cruce de miradas, ante el primer encuentro inimaginable, todo en mi vida cambio poco a poco, sin darme cuenta, ya no me escondía detrás de mi coraza, sin darme cuenta, ante ese primer enfoque, mi inocencia moría lentamente, el paparazzi detrás de aquella cámara en cada clic destrozaba todo a su paso, pero en el punto medio de la tormenta, todo tomó un vuelo distinto. ¿Quién dijo que todo debe llevar el ritmo del comienzo? ¿Quién dijo que un paparazzi solo toma fotografías a escondidas? ¿Quién dijo que el amor a primer enfoque existe? Soy Aris Gates, y esta es mi historia llena de malas decisiones, elecciones y miedos, pero sobre todo de aprendizaje, porque al final de cuentas, siempre habrá un lobo disfrazado de oveja y esta no es la excepción.