Trataba de pensar que todo había sido un error, pero en este tipo de ocasiones la policía no se equivoca. Él había asesinado a alguien. Con 12 años ya había manchado sus manos. Su miraba iba fija, sus ojos estaban rojos de enojo. Repetía una y otra vez la misma frase, podía ver en sus labios, pero no podía oír qué era, el ruido de las patrullas me lo imposibilitaba. -¡Kazutora!-grité para que me dedicara una mirada. Pero iba demasiado concentrando maldiciendo una y otra vez a, su ahora, ex-mejor amigo. ⚠️| Capítulos cortos. ⚠️| Puede contener contenido de adultos. ©La portada no me pertenece, créditos a @SORM0511 en twitter.
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