Lo vuelve loco con cada sonrisa que le regala, cada vez que se ríe sentiente millones de mariposas en su estómago y como su corazón bombea fuerte. Sin embargo, no cree que todo eso sea bueno. Alex es como su hermano, su mejor amigo de toda la vida, pero lo desea, lo desea mucho. Le gusta sentir su cercanía, cuando cantaban frente a todo el mundo con las mejillas pegadas. Sentía su aroma, su respiración tan agitada como la suya... Quería perder el control, sentir sus labios y aclarar la confusión que tenía en su cabeza. Pero por otro lado, quería demasiado a Alex Turner como para dejarlo ir por una simple estupidez de su cabeza. No estaba enamorado, estaba seguro de eso, pero sabía que sentía algo por él, quería descubir que era. Y estaba muy dispuesto a descubrirlo.