De vez en cuando, el amor se da a la tarea de hacernos felices, de hacernos sentir especiales, únicos, reales, vivos, consientes. Pero también tiene su lado oscuro, nos puede destruir, lastimar, hacer llorar, nos puede patear en lo más bajo, depende de nosotros cómo nos afecta.
Las relaciones no son fáciles, tienen sus altas y bajas, sus momentos difíciles y momentos alegres. No importa con qué persona te enamores, ni el sexo, ni el color de piel, ni los gustos, ni la apariencia, ni la clase social, mientras tú sepas que te importa, que respiras el mismo aire que él respira, que ves el mismo sol cada mañana, que ves la misma luna al irte a dormir, vale más que lo que dicen los demás.
Al paso de los años te darás cuenta que no existe la persona perfecta, si no que es el valor de la persona lo que importa, el afecto, la forma de ser, el que aprendas de ésta todos los días, el cariño, la disposición de cada uno, las ganas de estar juntos, el dolor que se muestran después de una pelea, los sentimientos, las lágrimas derramadas, las risas conseguidas, los sustos que compartieron, los recuerdos que se forman todos los días.
El amor es el valor más preciado que puede tener una persona, es lo que nos hace humanos, lo que nos hace sentimentales, fuertes, confiados, relajados, carismáticos, simpáticos, leales. Sin él, seríamos una piedra más en el río de la vida, la corriente nos llevaría a todas partes, golpearíamos con otras piedras, sin sentir nada, algunas quedarían atascadas en el camino, mientras otras seguirían hasta llegar al mar.
Mi primer libro a los 15 años :D
-KGG