Sicheng, un pequeño e indefenso niño quien fue adoptado por una familia de bajos recursos a la corta edad de seis años. Su padre y madre, fueron fusilados por ser aldeanos de clase sumamente baja y tomar algunas frutas de campos vecinos muy bien pagados, donde es claro que habitaban personas de clase superior, como alto clero, alta nobleza, y por supuesto el más poderoso rey. Esto con la finalidad de poder alimentar al infante con más constancia. Las ventas y cultivos fueron en decadencia debido a las fuertes guerras entre clero y clero, haciendo que la pequeña aldea fuese quedando más y más sola, los ancianos iban muriendo y los únicos que iban quedando en aquel reservado lugar eran Sicheng y algunas otras personas que estaban en condiciones graves por enfermedades heredadas e incluso terminales.