A Kaeya no se le hubiese pasado por la cabeza ser víctima de algo tan mundano como lo es una gripe, pero desafortunadamente lo fue. Por precaución, decide aceptar la invitación del viajero a visitar la relajatetera y permanecer allí hasta haberse recuperado. A Kaeya tampoco se le hubiese pasado por la cabeza ser cuidado por Diluc, quien ya se encontraba ahí. Pero ese era un buen día para hacer entender a Kaeya que la vida no iría acorde a lo que le pasara por la cabeza. Arte: @dilucetta https://twitter.com/dilucetta/status/1432321845747986432?s=19All Rights Reserved