Siempre creí que las historias que de pequeña me contaba mi madre antes de dormir eran reales.
Que yo si que encontraría a mi príncipe azul que me salvaría al final de la historia. Pero a medida que pasaron los años, me di cuenta que yo no quería eso, no digo que no quisiera un príncipe azul, pero seamos realistas, nadie es perfecto. Y Liam no lo era, pero sabes? Yo tampoco. Así que mama, esta es mi historia,
y como al final el chico no salvo a la chica al final del cuento, sino de cómo se salvaron y recorrieron el camino uno junto al otro.
Y al fin y al cabo, me ayudó a encontrarte.
Esta es la historia de Liam y yo, no es perfecta. Pero si especial.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?