La lluvia. Dos palabras que una vez fueron mi todo, y ahora entre sus ruinas ya no reluce nada. Era mi vía de escape, mi tranquilidad, mi paz interior. Era tanto lo que sentía cuando las gotas de agua resbalaban por mi cara, que no puedo ni siquiera intentar describirlo. Pero todo tiene su parte negativa. Sobre todo cuando lo compartes todo con esa persona. Cuando te desnudas y dejas las barreras y los muros atrás para demostrarle que le quieres de verdad. Pero, aún él sabiendo cuanto apreciaba yo la lluvia decidió romperme el corazón bajo ella. Y nunca se lo perdonaré...All Rights Reserved
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