Niño abandonado.

"¿Cómo es que desde el vientre, ya lo has arruinado todo?"

Quizás todos somos moscas del mismo charco hediondo, larvas que se retuercen; avanzamos, arrastrándonos con lentitud hacia aquella luz.
Divertido, que irónico.

Dime, ¿no te da miedo alcanzarla y morir envuelto en llamas?
Toda una vida luchando por tocarla para que al final en cuestión de segundos seas consumido por ella.

Bueno, lo digo por los demás, no por ti puesto que por obvias razones ya no tienes a donde huir.
Así es, aquel escalofrío, aquel ruido extraño detrás de ti.

No, no ha sido tu perro porque ya me lo comí.
Tampoco fue la madera crujiendo por el frío, son mis pies caminando hacia ti.

No voltees.
Estoy detrás de ti.