En un pequeño pueblo en Alemania donde fácilmente todos se conocen. En el se encuentra un famoso rapero y una veterinaria innovadora bastante reconocida por crear la cura para el famoso virus letal; ¨Parvovirus¨, por algunos accidentes o quizás por causa del destino ambos se conocen, sin embargo, no para estar juntos...
Tres autos de color negro se detuvieron en el lugar, Eckhard iba a visitar a Nora y sus padres no le permitirían ir solo tras lo sucedido.
-¡CUBRAN EL ÁREA!- gritó un hombre tras bajar del auto.
Un grupo extenso de hombres comenzó a rodear el área hasta haberla cubierto por completo. De uno de los autos se bajó un hombre con un traje bastante elegante, alto, delgado, cabello castaño largo hasta los hombros, llevaba una coleta hacia atrás y en sus manos cargaba un viejo tocadiscos, unas flores y una foto.
-Urs, denme mi espacio, por favor. Necesito hablar a solas con Nora. -pidió con amabilidad.
-¡Claro, señor Kranz! -exclamo su guardaespaldas.
El hombre comenzó a caminar hacia un roble inmenso con sus hojas verdes por completo. Al llegar ahí colocó el tocadiscos en el verde pasto y lo acomodó para que comenzara la canción.
-Hola, mi amor. -saludó -¿Cómo has estado? -colocó la foto a un lado del tocadiscos y sostenía aún las flores en su mano. -Estás hermosa igual que siempre, cariño. ¿Recuerdas esta canción, cielo? -sus ojos se llenaron de lágrimas y en ese instante colocó el ramo de flores sobre la tumba de su difunta esposa. -¿Te gustaría ser mi pareja esta noche? -estiró su mano ante la tumba.
-¡Papi! ¿Puedo saludar a mami también? -un niña ojos azules y cabello negro corrió hacia él.
-¡Claro, cariño! -exclamó limpiando sus lagrimas.
-¡Hola mami! -gritó la niña hacia la tumba de Nora.
-¿Te parece si bailamos para mami? -cuestionó Eckhard a su pequeña hija, la niña por otro lado sólo asintió.
Eckhard y Evelyn, su pequeña hija, comenzaron a bailar al ritmo de la música hasta qu