A ver, no vamos a decir que Gorlagon sea torpe o tonto porque no ponga la h de héroe, pero si no lo decimos es por una única razón: Si Gorlagon se enfada y te suelta un mamporro, tendrás que buscar tus dientes con cerdos amaestrados.
Y como nadie se atreve a decirle a un tipo inmenso que lo suyo no es ser héroe, ahí que va, armado con una amplia sonrisa, una armadura con la E de éroe bordada (sí, bordada), y una espada, sobre todo con una espada.
Por supuesto, el camino hacia la más heroica heroicidad no es sencillo, sino que se tiene que trabajar mucho, y no sólo con espadas y comentarios geniales.