Los adelardi. Empezar a describir a esa familia es un tanto complicado. Podríamos empezar por su hija adoptiva Judith, la menor de los tres hermanos y la más descarriada. Sam el mediano. El bueno. Y marcó el orgullo de su padre y de toda la central. Su padre thomas adelardi es el ministro de una de las centrales más importantes de Europa y Asia. Entrenados para matar y para servir al máximo jerarca, creados para el deber de una sola voz, así es como yo los definiría. Son importantes dentro y fuera de la central y eso se hace notar en cada uno de sus pasos.